Uno de los valores primordiales que han ganado el trabajo académico en esta nueva era de la inmediatez y la información compartida, es la facilidad de construir redes de conocimiento que puedan extenderse a la largo y ancho del mundo en función del interés. EL conocimiento así ya no es privativo de un solo núcleo o de un solo país. Esto sin duda implica la necesidad de trabajar y formar redes de investigadores de cuerpos académicos consolidados que pueden proponer soluciones conjuntas a los proyectos tanto del entorno social; del campo; de las ciudades y de nuestro entorno marítimo buscando esa interrelación entre los investigadores que desarrollan proyectos afines.
Bajo esta premisa el día tres de diciembre tuve que el gusto de interactuar, a invitación expresa del Instituto Tecnológico Superior de Naranjos Veracruz, con la Red Académica Multidisciplinaria de Soluciones Sustentables a razón del Primer Foro Nacional de Tecnología, Procesos e Ingeniería para la Sustentabilidad Ambiental, Agrícola y Alimentaria donde tuve el agrado de presentar la conferencia: El Canal de Panamá, Ruta Verde del Mundo. Y es que escogí precisamente ese tema a razón de que es la obra ideal para ejemplificar que el trabajo de ingeniería no debe ser suplido por la publicidad ni las veleidades políticas. Fue la primera Gran Empresa Universal del Canal de Panamá que formó Ferdinand de Lesseps allá por 1882, basado, mas que en proyecto de ingeniería en un sueño utópico de construir un canal a ras de la costa, desechando algunas voces expertas que sugerían el de esclusas, a las que convocó a Paris en 1879 al Congreso internacional del Canal Interoceánico donde reunió a 136 expertos, los que cayeron en el gran juego medíatico de Lesseps que los había invitado, mas que a discutir su idea, a validar su proyecto que los norteamericanos querían que se construyera en Nicaragua. Lessps se empecinó basado en su vieja gloria de haber sido quien impulsó la construcción de Suez lo que llevó a la empresa a la quiebra en 1889 en que legalmente La Compañía Universal del Canal Interoceánico dejó de existir. De ahí vendría un escandaloso juicio que declaró a Lessps culpable del desfalco: Mas tarde haría su aparición Estados Unidos que lo compró en 40 millones de dólares y lo terminó en 1914.

Y es, a razón de compartir ideas y conocimientos lo que llevado a los académicos marítimos y portuarias del mundo a constituir redes de conocimiento o clusters donde se trabaja en proyectos enlazados a redes que comparten ideas y proyectos conjuntos multidisciplinarios que se estudian bajo diversos enfoques. Eso me ha llevado también a los que estudiamos en devenir marítimo de México a proponer la idea de formar redes marítimas de conocimiento en nuestro país, que se extienden enlazando las regiones donde están emplazadas las tres escuelas náuticas con su entorno académico y que estas manejen diversas líneas de investigación acordes al perfil marítimo de sus costas. Pero aun estas ideas lamentablemente no germinan. Estamos en espera de la dichosa fundación de las Universidad Marítima. Pero ya se fue medio sexenio y nada. Sin duda el entorno es poco favorable.
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